Piscinas saladas climatizadas: la alternativa sostenible para ahorrar agua
En un contexto global marcado por el cambio climático y la escasez de recursos hídricos, el sector de la climatización desempeña un papel clave en el desarrollo de soluciones sostenibles y eficientes para la buena gestión del agua todo el año.
Dos de las tendencias más actuales en piscinas es la sustitución de agua clorada por agua salada y la instalación de bombas de calor aerotérmicas para piscinas saladas. Ambas alternativas buscan impulsar la eficiencia en el consumo de recursos –tanto de agua como de energía– para disfrutar de una piscina con altos niveles de higiene y confort.
Buen ejemplo de ello es la gama Daitsu Coral, basada en aerotermia. Este sistema aprovecha la energía del aire para calentar o enfriar el agua de la piscina de manera sostenible, reduciendo significativamente tanto el consumo energético –en comparación con otros métodos de climatización–, como las emisiones a la atmósfera. Además, en cuanto a la pureza del agua, las piscinas saladas requieren menos productos químicos y menos agua nueva para su mantenimiento, lo que las convierte en una opción más ecológica y económica a largo plazo.
Al reducir el consumo de energía y agua, las bombas de calor para piscinas saladas contribuyen a mitigar los efectos del cambio climático y a preservar los recursos naturales. Asimismo, al contar con una bomba de calor, permite a los propietarios un mayor confort y disfrute con una temperatura óptima del agua en cualquier época del año.
Como con la mayoría de equipos aerotérmicos, la instalación se simplifica. Concretamente la bomba de calor Daitsu Coral es capaz de conectarse al propio sistema de depuración de la piscina, en la línea de retorno del circuito de filtrado, y aprovechar la instalación vigente. Esta ubicación estratégica permite a la bomba de calor tomar el agua previamente filtrada y tratada por el sistema de depuración, garantizando una circulación con altos niveles de limpieza y libre de impurezas.
Una vez instalada, la bomba de calor se conecta al sistema de filtrado de la piscina mediante tuberías, formando parte del circuito hidráulico. Por su parte, el agua de la piscina fluye a través del intercambiador de calor integrado en la bomba aerotérmica, donde absorbe o cede calor, según la temperatura configurada. Tras pasar por el intercambiador de calor, el agua tratada regresa al circuito de filtrado y se reintroduce en la piscina, proporcionando una sensación confortable y de bienestar a los usuarios.
Este tipo de sistemas garantizan un funcionamiento eficiente y continuo de la bomba de calor, así como una distribución uniforme de la temperatura a todo el volumen del agua, que, sumado a la posibilidad de contar con un agua tratada durante más tiempo, permite al usuario disponer de una piscina con un máximo confort y además ahorrar en su consumo.